No somos muchas, pero somos machas

Manejando en turno nocturno, las mujeres que conducen taxis enfrentan situaciones peligrosas y un buen ejemplo de ello es la experiencia que vivió Anita cuando un joven que transportaba desde Chapinero hasta Patio Bonito, en Bogotá le dijo que cambiara la ruta, buscaba que la carrera fuera más larga. Temerosa, envió un mensaje con su ubicación al grupo de Whatsapp que ella y sus colegas mantienen activo para ayudarse en casos de emergencia, justo antes de que el pasajero le ofreciera dinero por cada respuesta que ella diera a sus cuestionamientos. A toda velocidad, mientras evitaba responder preguntas que la irritaban, Anita buscó en sus colegas ayuda y protección en esa noche que aún recuerda con algo de angustia.

Cansadas de pertenecer a grupos liderados por hombres, un puñado de mujeres conductoras de taxi crearon "Guerreras al volante" grupo de Whatsapp en el que comparten mensajes a diario. Marlén es una de las voces líderes y fundadora de este colectivo en el que se cuidan unas a otras, planean eventos masivos, mientras demuestran a diario que los roles de género convencionales están en decadencia y que no hay nada imposible para estas profesionales del volante. Ni siquiera para Marlén, una mujer que se ha sobrepuesto a grandes adversidades en su vida personal, que es el sustento de su familia, que da la vida por su hijo y está siempre dispuesta a escuchar los problemas y necesidades de sus colegas mujeres por "el privado", mientras las organiza para estar listas para apoyar a cualquier integrante de este grupo tan amoroso y femenino como aguerrido y poderoso.