Esto no pinta bien

Jefferson Franco es un hombre generoso, católico al punto de rezar a diario antes de salir de casa. Procura estar "siempre con su dios". Por eso se enfrentó a un auténtico dilema cuando tuvo que decidir si llevar en su taxi a una mujer de unos ochenta años que parecía estar al borde de la muerte.

John Solano trabajaba en jornada diurna, manejando un taxi que otros conducían en las noches y, aunque algo había escuchado sobre las actividades ilícitas que se llevaban a cabo en ese otro turno, nunca se imaginó que iba a tener un rol tan importante en el caso judicial que condenó a extradición a varias personas por el asesinato de un agente de la DEA que murió en un "paseo millonario" el 21 de junio de 2013 en Bogotá.

José Vera encontró un maletín, una tarde en que fluyeron por Barranquilla los famosos arroyos que la recorren cuando caen aguaceros. En plena época de bombas que explotaban en Colombia, dudó mucho antes de recogerlo, temeroso de escuchar el tic-tac de los relojes que, según se decía, siempre acompañaban a los explosivos. Tardó un buen rato en dar rienda suelta a su curiosidad y lo que encontró dentro del maletín lo llevó a cuestionar sus principios antes de tomar una decisión sobre lo que debía hacer con la considerable suma de dinero que contenía.